La Navidad es un tiempo que llega con luces, villancicos, regalos. Pero, al mismo tiempo, aterriza con recuerdos, silencios y hasta rencores que las familias no se atreven a nombrar. Esta es la trama de ‘El Sistema Solar’, clásico del teatro peruano que repone la dramaturga y directora Mariana de Althaus en este diciembre de 2025.
En una cena navideña, los personajes giran alrededor de un centro que los une y donde, como en el espacio real, hubo un ‘planeta enano’ que fue expulsado, desaparecido por insignificante.
La puesta en escena permite reconocer y entender que las familias, todas, son un pequeño universo donde se ensaya –algunas veces con torpeza, otras con cariño– la manera en que se organiza un país entero.
En diálogo con Ensayo General, la directora afirma: “Cualquier micromundo que enfoquemos termina reflejando aspectos profundos de nuestro país: cómo confiamos o no, cómo establecemos poder, cómo nos controlamos entre nosotros.”
Y es verdad. En medio de la función el público ríe, se emociona y algunos podemos preguntarnos al salir: “¿De qué nos reímos?”. Y nos contestamos: “De nosotros mismos, de la forma como se trata de evitar conversaciones incómodas, de las estrategias para esquivar la verdad, de tratar de mostrarnos fuertes pese a tener miedo al rechazo”. Es decir, nos reímos porque somos humanos.
La directora reconoce que en algunos momentos la obra exagera, solo un poco. Porque debajo de los chistes y la fantasía conviven cosas que reconocemos demasiado bien: resentimientos, silencios familiares, heridas antiguas que nadie quiere mirar de frente. “Y, sin embargo, ahí mismo también conviven el amor, la torpeza del afecto y la buena intención que nunca termina de cuajar”.
Mariana lo resume con precisión: “Somos familias llenas de heridas, malentendidos y resentimientos, pero también de esfuerzos reales por ser afectuosos. Esa dificultad es universal”. Eso explicaría por qué ‘El Sistema Solar’ se ha convertido en un clásico, con más de 25 temporadas y una película, y que ha llegado a escenarios en Miami y Barcelona, porque “las familias no son peruanas ni extranjeras, son humanas”.
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El teatro también cambia
Han pasado trece años desde el estreno de ‘El Sistema Solar’. Ahora, la nueva temporada va hasta el 22 de diciembre en el centro cultural Campo Abierto de Miraflores (calle General Recavarren 560).
Consultada sobre el proceso de dirección en el tiempo, Mariana de Althaus precisa que el teatro evoluciona con cada presentación y que cambia con el contexto, como cambiamos todos.
“Los actores nuevos le imprimen otra vida, otra vulnerabilidad, otro humor. Incluso la coyuntura hace mutar las risas: el personaje de Leonardo, que es ministro, antes generaba respeto. Ahora, apenas lo dice, el público estalla: ‘Soy ministro’. Y la sala ríe como si hubiera escuchado el chiste más evidente del mundo”.
“Esa es, quizá, la magia del teatro vivo: cambia con el país que lo mira”.
El elenco renovado está integrado por Lucho Cáceres como Leonardo Del Solar, el padre. Macla Yamada es Paula, la madrastra; Diego Pérez es el hijo que carga traumas y rencores; y Amaranta Kun es Edurne, la conflictuada hija. Sabrina León-Prado interpreta a Puli, la nieta preguntona.
Muchos de los actuales actores vieron las versiones anteriores de ‘El Sistema Solar”, donde participaron Gustavo Bueno, Katerina D’Onofrio, Valeria Escandón y Mariano García Rosell. En la película actuaron Adriana Ugarte, Gisela Ponce de León, César Ritter y Javier Valdés, entre otros.
(FIN/Ensayo General)
