El desafío más urgente para las escritoras contemporáneas es acabar con el encasillamiento, opina la literata Claudia Cáceres Rivero, autora de la novela ‘Perseguidor de artistas’. ¿A qué se refiere, concretamente?
Cuando una mujer escribe, su literatura suele etiquetarse como ‘narrativa femenina’ y, en librerías, muchas veces sus libros van a parar a la estantería de ‘obras escritas por mujeres’, responde. En consecuencia, “salir de ese encasillamiento es el reto principal que enfrentamos las escritoras en un mundo diseñado para hombres”.
En el fondo, el problema no se limita al área de la librería donde se exponen los libros de mujeres. “Esa etiqueta puede generar suspicacias respecto al tratamiento que se les da a las escritoras, en comparación con las obras escritas por hombres y que son consideradas universales”, añade Cáceres.
¿‘Autoras sentimentales’?
Formada en la escuela de Literatura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y alumna de la maestría en Literatura Hispanoamericana en la Universidad Católica, Claudia observa otro prejuicio recurrente: con mucha facilidad, las escritoras son definidas como ‘sentimentales’.
“Los hombres también hablan de amor y de mujeres, así que no sé por qué nosotras no podemos hacer lo mismo” sin señalamientos no fundamentados.
En perspectiva, y para no agotar su análisis en las carencias y dificultades que enfrentan las escritoras, la literata se refiere también a los aspectos de la creación y sus formalidades.
Considero que las escritoras debemos trabajar de manera rigurosa nuestras historias y prosa antes de publicar, para ser tratadas profesionalmente y reivindicar nuestro género en términos de creación literaria, añade.
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Un relato del desamor
En las 277 páginas de ‘Perseguidor de artistas’, Claudia Cáceres teje un relato de desamor y conflictos de pareja, una temática que muchos considerarían trillada.
¿Por qué te decides por este tema y por captar al lector en un drama del desafecto? “La idea de ‘Perseguidor de artistas’ fui construyéndola desde el 2008, bajo la premisa de armar un grupo de historias que giraran en torno al desamor”, explica la autora.
“Sin embargo, fui trabajándola desde la psicología social –añade–, esta novela trata sobre las relaciones en el mundo postmoderno, donde existe una banalización del vínculo afectivo”.
“El tema del desamor parece trillado, pero se sigue usando y no veo por qué no tratarlo. Solo decidí trabajar así el enfoque de mi historia”, asevera, para admitir que escribió esta historia sin pensar en el tipo de lector que la consumiría. “Me imaginé llegar a cualquier persona que podría gustar y entender lo que quería transmitir”.
Sin embargo, acepta que, ciertamente, esta historia puede ser acogida por un público young adult (18-24 años), debido a que presenta bastante erotismo, y ese es el ingrediente que poseen las novelas para este segmento. “Espero no encasillarme; deseo que mi obra sea leída por un rango mayor de personas”.
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Sinopsis
Cuando Celia deja a Rolando para irse a España por estudios, él cae en una profunda depresión. Aparece entonces Ada, una compañera de trabajo, quien le ofrece su ayuda. Sin embargo, Rolando está más interesado en conocer a otras mujeres y rechaza a Ada, después de acostarse con ella. Llena de rabia, ella decide engañarlo y meterse en su vida como amiga. ¿Lo logrará? ¿Qué pasará con ellos?
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(FIN/Ensayo General)
