Escribe: María Ynés Aragonez
La pandemia de la covid-19 afectó a todos los sectores, sin duda, pero uno de los más golpeados fue el de las artes escénicas: las salas quedaron vacías y dramaturgos, actores, productores y demás trabajadores se vieron desempleados. Muchos perdieron su capital por la inmovilización social, mientras el miedo crecía al ritmo de las cifras de contagios y fallecidos.
En ese contexto nació la idea de crear un espacio que, con el uso de la tecnología, se convertiría en un salvavidas frente el temor, la soledad y la incertidumbre que trajo una enfermedad de la que conocíamos muy poco.
Así surgió la Red de Salas de Teatro y Espacios Alternativos del Perú (RSTEAP), la organización que fue presentada este 20 de junio en un primer encuentro con participación –virtual y presencial– de representantes de espacios escénicos de todo el país.
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En la ceremonia se pudo percibir la emoción y esperanza de los asociados. Por ejemplo, Anabeli Pajuelo de la asociación Pucllay (Lomas de Carabayllo-Lima) resaltó el papel de la red “porque supo sostener y contener a los artistas en una época difícil, temporada de la que muchas organizaciones aún no logran salir totalmente, debido al estado de crisis nacional”.
Paco Echeandia, director de la casa teatro Cussia de Chiclayo, destacó que uno de los valores de la RSTEAP es haber logrado que los hombres y mujeres de teatro no se sientan solos o abandonados y haberles permitido unirse con el objetivo de trabajar en favor de las artes escénicas.
“Además, se logró visibilizar a las compañías y las salas al interior y al exterior de sus comunidades, descentralizando el hacer teatral, mostrando los proyectos nacidos en la provincia, dándole valor y provocando sensibilidad y crítica”, remarcó el artista norteño.
En la Red, el espacio es compartido por 35 salas variopintas, como Yuyachkani, el teatro La Plaza y el Teatro de Lucía (Lima); espacios comunales como Arenas y Esteras (Villa El Salvador) y salas de regiones como la casa-taller Olmo Teatro (Trujillo) y la sala-teatro Algovipasa’R (Cajamarca).
Ensayo General conversó con Ximena Arroyo, actriz y presidenta de RSTEAP, quien explica que la organización reúne a las instituciones privadas que no reciben ningún apoyo estatal o municipal, pasando por emprendimientos regionales, escuelas, asociaciones y salas de teatro.
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La asociación fue creada en el 2020, en plena pandemia. ¿Podemos señalar que es un espacio de resiliencia y resistencia?
– En realidad, estábamos metidos en nuestras casas, en un estado de vulnerabilidad y soledad. Nosotros somos personas que nos basamos en el vínculo con el escenario y con el otro, y si bien la pandemia fue dura para todos los seres humanos, en el caso particular de los artistas escénicos, la enfermedad nos arrancó “nuestro respirador”.
Nosotros, con melancolía, queríamos llegar a nuestro espacio y al escenario. Y de pronto, en medio de todo, empezó la ilusión. Gracias a la tecnología empezamos a juntarnos por Zoom y se vio la necesidad de formar nuestro propio chat de los espacios autogestionados.
Y es ahí que seguimos creciendo, en la pandemia estábamos casi en la línea de cerrar; esta era la única manera de sobrevivir, de sentirnos acompañados, de poder sentir la fuerza para decir “Sí, debo continuar”.
Ha sido una tarea ardua y riquísima porque empezamos a conocer el trabajo de tantas organizaciones a nivel nacional. Yo siempre voy a decir que esa fue la gran oportunidad que nos dio la pandemia.
Sobrevivieron, sin embargo, ¿cómo trabajar en el actual contexto donde, por ejemplo, se acaban de recortar los presupuestos a las escuelas de arte?
– Está clarísimo que a nuestros gobiernos el arte es lo que menos les interesa, porque el arte y la cultura te dan la posibilidad de reflexionar sobre tu entorno, sobre quién eres o lo que quieres. Y eso es lo que menos interesa a quienes gobiernan.
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¿El poder le teme al arte?
– Ni siquiera eso, simplemente es una suma de cosas. No podría aseverar una sola cosa, son un conjunto de condiciones que se dan, entre ellas la ignorancia total de lo que el arte te puede brindar, como ser humano.
El arte y la cultura no existen para la mayoría de las personas que gobiernan nuestro país. Es muy delicado hablar de todo esto, lo único que te puedo decir es que la raíz de RSTEAP es la visibilización y el fortalecimiento de espacios culturales, salas de teatro y espacios escénicos.
No necesariamente son salas de teatro convencionales, nuestro objetivo es el fortalecimiento y visibilización de nuestro trabajo, trabajo que enriquece a nuestras comunidades.
Nosotros no trabajamos para el lucro, el único móvil es generar emociones, sensaciones y reflexiones sobre la condición humana entre las personas de nuestra comunidad. El valor principal de la red es que está mirando hacia adentro y proyectándose hacia afuera.
Nos estamos conectando con compañeros de todo el país. Tenemos que ir hacia adelante porque la única forma de hacernos más fuertes es estar unidos; unidos para tener una posición (firme) frente a los gobiernos regionales, a las municipalidades y ante el propio Ministerio de Cultura.
¿Cómo fortalecer y crear más espacios? ¿Es responsabilidad del Estado, de la sociedad o del sector privado?
– Es complicado. Las municipalidades tendrían la obligación de brindar espacios culturales y acoger a diferentes organizaciones. La empresa privada también podría hacerlo. Puede haber muchas ideas. Nosotros, desde donde estamos, trabajamos para construir en conjunto y visibilizar el trabajo que hacemos y, así, poder tener una mejor sociedad y, por lo tanto, un mejor país.
(FIN/Ensayo General)
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Interesante. Una seleccion variada de arte y temas culturales.
Me gusto.