Escribe: María Ynés Aragonez

Kike Yompian es músico y maestro de guitarra desde hace 28 años. Con casi tres décadas de trabajo, es reconocido como uno de los docentes de guitarra eléctrica más destacados en el Perú. En la actualidad, es director de la escuela Mastermusic.

Tras un periodo de para por la pandemia, Yompian inició una gira nacional 2022-2023 que lo llevó a ciudades como Cajamarca, Cusco, Huacho y Tacna, cerrando sus presentaciones en el Centro Cultural Ricardo Palma, en Miraflores. 

El artista, cuya propuesta transita entre el misticismo y el rock duro, conversó con Ensayo General en torno a la docencia, la música y sus proyectos.

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Eres maestro de música y filosofía, ¿cómo concilias estos extremos desde la docencia?

–Desde una perspectiva filosófica clásica, la música es la expresión y materialización de la belleza. Aunque mi música es principalmente instrumental y está influenciada por elementos modernos y el rock, no está exenta de exploración en temas profundos. Mis composiciones incorporan estructuras y melodías que hacen eco de la música clásica, creando un puente entre lo contemporáneo y lo tradicional.

Sobre la relación entre música y filosofía en la enseñanza, veo a la filosofía como una fuente de esencia y profundidad. La filosofía brinda un marco para entender y transmitir las experiencias humanas y las emociones de manera profunda y reflexiva. Busco inspirar a mis alumnos a ir más allá de la técnica y explorar el significado y la emoción detrás de cada nota.

He encontrado un equilibrio entre la rigurosidad técnica del arte musical y la exploración filosófica. Esto me permite no solo enseñar a tocar un instrumento, sino también a entender la música como una forma de arte que trasciende el sonido y se adentra en el reino de las ideas, los valores y las emociones humanas.

Estás ligado al mundo esotérico y has contado que tu encuentro con la guitarra fue como hallar un ‘destino escrito’. ¿Te ves haciendo otras cosas que no sean tocar?

–Definitivamente. Aunque pueda tener una idea clara de mi propósito, entiendo que hay muchas más lecciones que aprender, errores que rectificar y caminos por explorar para mejorar como persona. Desde una perspectiva esotérica, aunque en esta vida mi destino parece estar ligado a la música, estoy abierto a la posibilidad de que, en otras vidas, pueda haber otros deseos esperando ser cumplidos. Estoy en un viaje constante hacia el autoconocimiento. 

Tiene canciones instrumentales como Anaig –dedicada a la mujer valiente– y Oriental remember. ¿Cómo encuentras la inspiración?

–Mi proceso creativo y fuentes de inspiración son tan variados como las experiencias de la vida misma. Mis temas musicales son el reflejo de mis reflexiones sobre aspectos cotidianos, heroicos, espirituales y personales. Estoy trabajando en un tema inspirado en la Operación Chavín de Huántar. Esta pieza no solo es un homenaje al coraje, sino también una exploración musical de la tensión, el heroísmo y la resolución de un evento histórico significativo.

Otra composición en la que estoy trabajando es Elle, una pieza para mi próximo disco. Este tema explora la compleja relación entre espíritu y personalidad. Aunque la canción tiene la estructura de una balada y utiliza armonías clásicas, la ejecución se realiza con toda la técnica de la guitarra eléctrica. Encuentro inspiración en una amplia gama de temas y busco expresar esas ideas a través de la música. Mi objetivo es siempre crear música que hable tanto al corazón como al intelecto, uniendo la emoción y el pensamiento en una experiencia auditiva única.

Cierras el 2023 con el tramo final de una gira por todo el país. ¿Qué proyectos tienes para el 2024?

–Tengo planes emocionantes en marcha. En febrero, lanzaremos el primer sencillo y video de nuestro nuevo álbum de larga duración. Este proyecto ya está en una etapa avanzada, con 80 % del trabajo completado; solo restan las grabaciones de las guitarras. Este 2024 se perfila como un año de expansión y nuevas aventuras, tanto en lo musical como en lo personal. Estoy emocionado por lo que está por venir y ansioso por compartir mi música con un público más amplio.

En la música actual necesitamos expresiones que eleven el espíritu y enriquezcan la mente, en lugar de aquellas que denigran. Sin embargo, también entiendo que la música debe ser divertida y entretenida y eso es precisamente lo que tratamos de lograr en nuestras presentaciones en vivo. Hay una energía única en los espectáculos en vivo que simplemente no se puede replicar en ningún otro formato.

Quiero invitar a todos a asistir a espectáculos en vivo siempre que puedan: ir a conciertos y recitales es una experiencia transformadora, es una oportunidad para conectar con la música de una manera más directa y poderosa.

La energía, la emoción y la comunión que se experimentan en los eventos en vivo son esenciales para la apreciación plena de lo que la música puede ofrecer.

(FIN/Ensayo General)