“Es muy importante apostar por proyectos que se gesten desde los contextos locales donde nos ubicamos; debemos dejar de mirar un proyecto con ojos de ciudad en una comunidad rural”, sostiene la gestora cultural Hilda Macchiavello.
“Lo más importante de la gestión cultural –añade– es que en nuestros proyectos seamos conscientes de la relación entre el sujeto, el contexto y la cultura’.
La artista escénica es la directora del Festival Internacional de Teatro por la Interculturalidad (FITI), organizado por el grupo ‘Cuerpos y Alma’. Este año, la tercera edición de este encuentro tendrá como sedes las ciudades de Piura y Ayabaca, del 17 al 26 de noviembre.
El FITI es un espacio que busca descentralizar el teatro en el Perú y esta vez contará con la participación de compañías de Perú y México.
Las versiones anteriores se realizaron en el 2016 en Tarapoto y Juan Guerra, región San Martín; y en el 2018 –segunda edición– también en Juan Guerra. Hubo un receso que se extendió con la pandemia de covid-19.
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No sólo Lima
“En los últimos años, hablando en términos de la gestión cultural, estamos escapando al fin del centralismo limeño”, opina la artista.
Una muestra clara de ello es que la cantidad de proyectos beneficiarios de los estímulos económicos del Ministerio de Cultura ha aumentado considerablemente en favor de propuestas gestionadas desde diversos departamentos, no solo Lima, sostiene Macchiavello.
“Considero que ya estamos en este proceso de cambio en favor del crecimiento de la oferta artística en otros lugares que no son Lima”, remarca.
Como parte del FITI, se trabajará con la comunidad para potenciar sus habilidades artísticas a través de talleres, charlas, presentaciones, dinámicas y convivencia, fomentando la identidad y la responsabilidad social.
Además, se les capacitará en gestión cultural para que puedan desarrollar otros proyectos autofinanciados.
El FITI es un festival itinerante que actúa como un disparador de nuevos proyectos locales en el lugar donde se realiza: “Desde las redes de contacto que hemos generado estamos planteando mayores proyectos en beneficio de Piura y Ayabaca, así como en su momento fue Juan Guerra y Tarapoto”.
A la vez, ya estamos pensando en el siguiente festival y en su diseño, en función de las nuevas dinámicas culturales que enfrentaremos en este nuevo lugar. “No podemos adelantar dónde será porque lo develaremos al finalizar este proyecto aquí”, explica la artista.
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Interculturalidad teatral
Entendemos la interculturalidad como la diferencia; es decir, no planteada desde ese discurso positivo que busca homogeneizar un país tan diverso. Al contrario, al entendernos como ‘país intercultural’ estamos apostando por evidenciar la diferencia cultural que tenemos, primero como país y luego en relación de otros países, explica.
Esta diferencia no siempre es una propuesta de homogeneización armónica –observa Macchiavello–. Es decir, si fuéramos un país ‘intercultural’ (desde esta errada mirada positiva) no tendríamos conflictos sociales, como el racismo, la homofobia, lo patriarcal, etcétera.
En otras palabras, este festival nos ayuda a decirnos: “Oye, mira… no soy igual que tú”. Pero, mirándolo desde el teatro, creo que nos sirve para hablar un mismo lenguaje: el arte como expresión cultural; miramos, nos aceptamos diferentes y aprendemos a convivir con ello.
Las presentaciones se darán en el local de la Alianza Francesa de Piura del jueves 17 al sábado19 de noviembre; el domingo las compañías de teatro se trasladarán a Ayabaca, donde harán presentaciones del lunes 21 al viernes 25.
El sábado 26 se celebrará una noche cultural con participación de todos los pobladores de Ayabaca.
Las entradas para las funciones, a precios populares, están a la venta en las redes sociales de ‘Cuerpos y Alma’.
(FIN/Ensayo General)
