¿Le dicen algo estos nombres? Daniel Hernández, Tilsa Tsuchiya, Fernando de Szyszlo, Teodoro Núñez Ureta, Víctor Humareda, Teresa Carvallo, Julia Codesido, Rember Yahuarcani, Enrique Polanco. ¿Y esto otro? Retablos, tumis, kené, Sarhua, huacos retrato, quipus, piedra de Huamanga.
En la esquina de los jirones Lampa y Ucayali, en el corazón del Centro Histórico de Lima, el Museo Central (Mucen) conserva una valiosa colección de “arte peruano de todos los tiempos” –desde textiles preincaicos hasta pintura contemporánea– a disposición de todo el que quiera visitarla.
Ahora que el municipio de Lima avanza con la peatonalización del Damero de Pizarro, se hace más evidente la necesidad de equilibrar los usos del espacio público. Enhorabuena por el comercio –y los puestos de trabajo que genera– y bienvenidas también las oportunidades para el arte y la cultura.
Diálogo y comunidad
“El Museo Central –explica la institución– es un espacio cultural en el que el diálogo es usado como herramienta para generar comunidad; un espacio donde, al interactuar con el arte y con otros visitantes, nos reconocemos como herederos de una tradición cultural originaria de miles de años”.
Esta tradición, que se enriqueció y transformó a lo largo del tiempo, es una vértebra clave en el armazón de la identidad y del sentimiento de ‘lo peruano’ y ha dado forma a la diversidad cultural de la que –al menos en el discurso oficial– nos sentimos orgullosos.
“En nuestras salas de Arqueología, Arte Tradicional Popular y Pintura Republicana, se reflejan tanto la continuidad como las transformaciones artísticas ocurridas en distintas épocas y regiones de nuestro país”, detalla el Museo Central en su página web.
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Una pausa para la cultura
A doscientos metros de la avenida Abancay y a trescientos del Mercado Central y el Barrio Chino, el Mucen “es un espacio acogedor que abre sus puertas en una esquina intensa de nuestra ciudad”.
“A manera de tambo andino, pequeño centro de albergue y acopio, el museo te recibe y acoge para que puedas hacer una pausa en tu camino, en el centro de nuestra agitada ciudad capital”, agrega.
“En nuestras galerías –continúa el Mucen– siempre podrás encontrar algo que te nutra el alma, una obra que te inspire, un tema que te interese, un momento de contemplación que te conecte con tus emociones, una experiencia de aprendizaje amable y entretenida”.
Ingreso libre
La próxima vez que vayas al Centro de Lima y tengas un tiempo libre, disfruta de la colección del Museo Central. Las visitas son de martes a sábado, de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde. El ingreso es libre, presentando DNI y carné de vacunación covid-19 con el esquema completo.
Recorridos virtuales están disponibles en la web del Mucen, aunque nada se compara con la experiencia de ver en directo, por ejemplo, ‘La Capitulación de Ayacucho’, óleo sobre lienzo de Daniel Hernández –el primer director de Bellas Artes– o el imponente Túpac Amaru de Teodoro Núñez Ureta.
(FIN/Ensayo General)
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