
Frodo de la Komarca: un hobbit coloreando las calles de Lima
Viajaba en buses repletos e imaginaba que la ciudad le decía cosas al oído desde sus muros con letras y formas irregulares, desde esos carteles de colores intensos pegoteados al vuelo. A Franco Ludeña, la rutina le planteaba un problema de aritmética: más tiempo dedicado el trabajo, menos tiempo para el arte.
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